Que el cliente
pague o no impuestos
El cliente
siempre va a querer pagar menos impuestos o de plano no pagar nada y tal parece
que la tarea principal de un contador es de evadir impuestos que de tener sus
papeles en orden.
Compra y venta
de facturas
Esta práctica es
ilegal y aunque algunas personas lo siguen haciendo con cantidades pequeñas,
déjame decirte que sigue siendo delito y que tarde o temprano el SAT detectará
algo sospechoso en las cuentas.
No dar de alta a
los trabajadores en el seguro
Tan fácil como
recomendarle al cliente que no dé de alta a sus trabajadores para ahorrarse
unos impuestos, aunque claro, esto deja desprotegido al empleado.
Prestar nombre
para ser representante general
Los dichosos
“prestanombres” son personas que fingen realizar operaciones financieras y
asumen las obligaciones como si fueran suyas, sin embargo, el dinero obtenido
por dichas transacciones es en realidad para otra persona.
Presentar mal la
contabilidad electrónica
No darle una
segunda checada al trabajo que haces puede ocasionarle al cliente problemas con
Hacienda, si eres de las personas que dan la hora y solo quieres salir de la
oficina, ten en cuenta que si estás haciendo algo importante es mejor esperarse
unos 10 minutos más para corroborar la información antes de subirle y que ya no
haya vuelta atrás.
Presentar con
cantidades falsas tus declaraciones
La presión del
cliente por salir con saldo a favor puede ocasionar que hagas mal las
declaraciones y digas “equis, el siguiente año que pague todo” pero ten mucho
cuidado ya que no sabes los problemas en los que puedes meter al cliente con
Hacienda.
Cambiar de razón
social una empresa
Decirle al cliente
que cambie de razón social cada 3 meses para evitar varios impuestos es una
verdadera falta de profesionalismo, está bien que el país esté en crisis y que
apenas esté emprendiendo el negocio, pero seamos honestos, si sale para otros
lujos, ¿que no salga para pagar lo que corresponde?
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